jueves, 8 de mayo de 2008

Educando al soberano, chino



Desde ya hace varios años China está haciendo un gran esfuerzo por reeducar a sus ciudadanos. Más que nada, a mi parecer, por un intento de mostrarle al mundo el poder de cambio y transformación de los chinos, que no sólo vendría acompañado de su ya probado poderío industrial y comercial sino también de los modales de los chinos.
Ya hace mucho, y sobre todo por el advenimiento de los juegos olímpicos, en China hay una gran campaña para enseñarles modales a los chinos. ¿Pero qué modales? Los occidentales, claro.
Cómo ya conté en mi textos sobre las costumbres chinas, los chinos escupen, eructan, hablan gritando, mastican con la boca abierta, hacen pis en la calle, etc; entonces el gobierno como siempre, tan aterrado por la mala propaganda propone re-educar a sus 1.400 millones de habitantes para que cuando todo el mundo venga para los juegos olímpicos, nadie escupa o eructe. Tarea difícil.
Así es que en la televisión se pueden ver programas donde se enseña a los chinos a cambiar sus modales. Esto va acompañado de carteles en todas partes de Beijing y Shanghai promoviendo las nuevas costumbres de comportarse como occidentales.
Es bastante patético a mi parecer. Por un lado el gobierno tiene un fuerte tono nacionalista y anti imperialista, sentimiento que no hesita ni por un segundo en implantarle en el cerebro a su pueblo, pero por otro quiere educar a los chinos a no ser más chinos, que sean chinos que se comportan como occidentales. Bastante malo.
Complementando esta campaña Shanghai está plagada de los paladines del tránsito, los casi siempre inútiles "asistentes de tráfico", cuya tarea básica es la de pararse en cada esquina y tratar de poner orden al incesante caos peatonal y vehicular. Difícil tarea la de esta pobre gente, ya que pocas veces se les presta atención y se les reconoce su endeble "autoridad", la gente se les escabulle por delante, por detrás, por los costados provocando escenas dignas de Tom y Jerry. En última instancia qué pueden hacer eventualmente estos pobres hombrecillos más que ensordecerte con su silbato cuando millones de chinos se les avalancha enciman. El silbato termina pareciendo más un pedido personal de auxilio que algún símbolo de autoridad.

Pero la policía, el brazo duro de la ley también intenta imponer el orden y se apostan en las esquinas con sus motos para multar en el acto a cualquiera que infrinja la ley. Y la ley en China se infringe de las mil y un maneras y sobre todo en el tráfico. El sector más descontrolado es el de las millones de personas que nos movilizamos en bicicletas, ciclomotores, bicicletas eléctricas, etc porque en ellas se circula de todas las maneras habidas y por haber; de contramano, por el medio de una avenida, por autopistas, por puentes, por veredas, nada parece poder controlar a las masas de bicis que se desplazan como cardúmenes escapándoles a la boca del tiburón. Y en la huída ensordecer con el estridente sonido de mecanismos oxidados hasta el color tuco y frenos que no frenan.
En hora pico 8:00 a 9:00 am, la situación es la siguiente: la policía se pone en una esquina donde saben que todos se mandan en contramano (me incluyo), entonces, detiene a uno, detiene a dos mientras el primero le empieza a discutir y a gritar, detiene a tres y el segundo se suma a la causa del primero, para cuando trata de agarrar al cuarto el primero se le escapó, se da vuelta cuando se le está escapando el segundo y se le escapan los otros tres. Es probablemente una de las escenas urbanas más graciosas y delirantes en el día a día de Shanghai. Acá la gente le grita y le discute a la policía como si fueran hermanos que se llevan mal. Finalmente cuando llegan a imponer la multa, la misma cuesta 5 kuais (yuanes) unos 0.80 centavos de dólar y se cobra en el acto. Suena un monto insignificante pero gran cantidad de gente que se desplaza en bicicleta por Shanghai puede tener un ingreso mensual de unos 150/200 dólares por mes. Considerando que esta ciudad es la más cara de China, 0.80 centavos de dólar repetidos en varias infracciones pueden representar un problema serio para el infractor.
Los expats no estamos exentos de las garras policiales pero se nos tiene mucha más tolerancia. Cuando he sido detenido por la ley (sí, siempre yendo en contramano o por avenidas donde no se puede circular en bici) usaba la herramienta infalible, el idioma! Uno les responde en español (ni que los polis supieran inglés siquiera) el policía insiste, se frustra y te deja ir mientras uno se va saludándolo y sonriéndole desde la bici como un turista que no entiende qué está ocurriendo. La última vez me dió pena y como estaba medio nostálgico lo dejé que me multara para quedarme la multa de recuerdo.

Así es, domar y domesticar a los chinos no es tarea fácil y si alguno de uds. visita Beijing para estas olimpíadas, téngales paciencia, el gobierno está haciendo lo posible para que los chinos sean un poco más como nosotros. Patético.

Lamentablemente no he podido recopilar muchas imágenes sobre este tema pero aquí van algunas.



Leyenda segunda oración: "De la bienvenida a las Olimpíadas. Mejore los modales y fomente nuevas actitudes." Propaganda. Aeropuerto internacional de Beijing.


Sábado a la tarde en una esquina común y cualquiera.

Asistente de tráfico "ordenando el caos".

Haciendo que le hacemos caso.

Arriesgando la vida por imponer el orden. Asistentes de tráfico.

camino al trabajo.
mi multa de recuerdo

1 comentario:

Mordi dijo...

En Dinamarca me multaron por analfabeto!
Fui a un supermercado y no vi el cartel escrito en danés que decia que habia que poner el disco de estacionamiento (carton con una aguja que indica la hora de llegada). total que menos poético que el chino, el vigilante me clavo' la multa 5 minutos màs tarde. El buchonazo podria haberme avisado cuando me vio llegar!
No me cobraron 80 centavos de dolar, sino 510 coronas danesas... las pagué al toque y el recuerdo de esa multa me persiguio durante meses.. no porque el papelito viniera plastificado (para evitar la excusa de que la humedad o la lluvia pudieran haber borrado el importe). El recuerdo me siguio porque no habian registrado mi pago (hecho por giro bancario) y me intimaban a pagar cada vez màs!
Al final me mandaron una citacion de unos abogados y todo!
Temeroso de terminar en alguna mazmorra humeda y fria, mandé un fax con el recibo de mi multa y una explicacion (en inglés) de que ya habia pagado... habria sido util alguna puteada en chino, la verdà... la cosa es que se dejaron de jorobarme, asi que me quedo una pila de cartas con intimaciones, pero sin la estrellita roja... triste recuerdo.