viernes, 24 de julio de 2009

Eclipsado!



Muchos piensan que estoy muy vago por no actualizar el blog. Lo cierto es que cuando llego a un lugar cada vez me tomo más tiempo para absorberlo, sentirlo y empezar a tratar de entenderlo hasta poder empezar a escribir sobre él. Es por eso y algunos motivos más por los cuales en los casi dos meses que llevo viviendo en Chengdu no he escrito nada. Pero pronto comenzaré a desbandarme, lo prometo. Por ahora un texto corto para entretener.


El miércoles pasado China fue testigo del más extenso y más perfecto eclipse solar de este siglo. Leí por ahí que no habrá ninguno que lo supere hasta el año 2132, no sé en cuántas vidas de aquí en adelante llegaré a ese año así que por las dudas, me puse el despertador a las 8am, agarré mi cámara y mi trípode y salí a la caza de dicho evento. No tenía muchas esperanzas, el cielo de Chengdu es gris y neblinoso el 98% del año y en escasas oportunidades solemos ver el sol en su estado más puro. Pero de todas maneras decidí irme a la plaza más cercana de donde vivo y esperar. Luego de un rato y en un clima muy familiar de chinos en chancletas, musculosa y rudimentarios protectores para los ojos, las nubes se abrieron milagrosamente cuando el eclipse estaba ocurriendo. Por algo menos de un minuto se vió en vivo y fue magnífico. Fue como una de esas cosas que transforman la realidad en unos segundos pero que la devuelven a la normalidad en unos minutos, a diferencia de lo que sería una catástrofe.


Durante la transición todo se siente diferente. Es decir, en segundos todo se volvió de pleno día a noche cerrada y la ciudad se encendió completa como si fueran las primeras horas de la noche para luego volver al día unos 8 min más tarde. Fue mágico y muy extraño.