jueves, 20 de marzo de 2008

Paraíso culinario. El arte de comer.

mejor amigo del hombre a la cacerola (gentileza de Stella)

Quizás uno de los mayores placeres que encuentro de vivir en China es el de comer, porque comer en China es mucho más que cocinarse algo cuando uno llega del trabajo o salir a comer afuera o ir al supermercado a reabastecerse. Comer en China representa una práctica de la vida social de los chinos muy importante. Es un acto social en sí mismo y es un tema importante de la vida.

La oferta culinaria es vasta. Las calles de China pueden llegar a tener hasta 4 o 5 restaurantes o cantinas por cuadra. Los hay de todos los tamaños, precios y calidades pero lo más llamativo es que en todos (al menos el 99% de los que yo he visitado, y son muchos) se come bien.
Los menúes de los restaurants más que menúes son enciclopedias, son hojas y hojas de listados extensos de platos. De hecho una de las limitaciones más importantes de quien no habla chino es poder elegir los platos, lo cual deriva invariablemente en poner el dedo en el aire, cerrar los ojos, dejarlo caer y decir: "quiero esto". En los comienzos cuando no podía leer chino lo hacía y luego si el plato era rico me aprendía el nombre y me lo escribía en chino para ir armando mi propio menú. Esto, demás está decir me ha costado comer cosas extrañísimas y de origen dudoso pero he probado de todo y lo sigo haciendo. Hoy por hoy ya no tengo esta limitación pero en 15 meses en China les aseguro que debo haber degustado sólo un 3% de la oferta culinaria que tiene este país. Porque la oferta no deja de duplicarse, triplicarse, cuadruplicarse cuando uno empieza a incursionar en las especialidades de cada región, ya que en cada una se producen gustos, recetas, combinaciones y sabores totalmente diferentes.

Ya sé, muchos de Uds. en este mismo momento estarán diciendo : "yo suelo comer comida china en mi Chinatown amigo más cercano y es rica pero no es nada del otro mundo". Bueno yo les digo que la comida China fuera de China es lo que acá le sirven a los mendigos.
Solía ser un gran fanático de la comida China ya en Buenos Aires y hoy siento que allá sólo comía la comida que le dan a un enfermo en un hospital.
Es virtualmente imposible reproducir comida China sin la infinidad de vegetales, especias, aceites, etc que se encuentran acá. Los mismos chinos me recuerdan constantemente que "la comida fuera de China no es buena".

La comida y el acto de comer trasciende al campo de la conversación. El tema comida, en China, es uno de los temas más hablados, relevantes y discutidos entre los chinos. Hablan todo el día de comida, cuando comen hablan de lo que están comiendo, antes de comer hablan de lo que comieron ayer o de lo que van a comer después, cuando terminan de comer hablan de lo que comieron y luego ya empiezan a hablar de lo que van a comer a la noche para luego hablar de lo que comerán mañana.

Nunca se come de a pocos. Se sale a comer de a 8, de a 10 de a 15 cuantos más, mejor. Y cuando digo se sale a comer, no hablo de una ocasión especial ni de un cumpleaños ni de un fin de semana como en occidente. En China se sale a comer todos los días, es un momento más del día, una costumbre diaria, es el momento de reunión, de disfrutar de la comida, del acto de comer, de perpetrar la "fantasía" deseada y añorada de la que hablan todo el resto del día, casi un fetiche! De ahí la cantidad de restaurantes y el peso de los mismos como comercio. No se suele acostumbrar a cocinar en casa, se come afuera, en el restaurante, de a muchos, y mucho, porque cuanto más son, mejor se la pasa, más variedad se pide y más barato se come.

Es excesivamente barato comer de este modo y demás esta decir, placentero! Uno se sienta a comer de muchos, se ordena y los platos comienzan a llegar, la cantidad parece nunca terminar. Todos comemos todos los platos. Las mesas son circulares con un centro giratorio donde se ponen los platos y cada uno va rotando y sirviéndose. Por supuesto que todo sin excepción se acompaña con el omnipresente que acompaña a los chinos hasta debajo de las almohadas, el sagrado arroz. El arroz en China se cocina de manera que queda pegadito por el almidón que expide cocinado al vapor pero nunca quedando como masa. Es exquisito y es el complemento indispensable para toda la variedad inmensa de platos que se sirven.
En un almuerzo de todos los días junto a mis compañeros de trabajo, al menos unas 7 u 8 personas, solemos pedir unos 11 platos distintos, al igual que cuando se sale con amigos.
El costo por persona de una cena/almuerzo así en un restaurante promedio, de buena calidad, limpio y bien puesto puede ser de unos 15 o 20 rmb. Algo así como unos 2 a 3 dólares o 8 o 9 pesos argentinos por persona. Por el contrario puede resultar "caro" hacerlo sólo o de a dos y la variedad no es tan emocionante.
Se come a reventar en el almuerzo y en la cena, se come una delicia tras otra y se engorda !!!!
Hay chinos gordos, no muchos y jamás vi un obeso, pero todavía no me explico cómo con este nivel de fiesta culinaria diaria son tan delgados como son, ojalá esto aplicara a mí pero no me salvo de haber subido varios kilos, cada uno BIEN ganado y disfrutado, JE!!!!!

Y qué se come? y no sé cómo contárselos si es por nombre no van a entender nada si es por descripción es aburrido y no lo van a entender.
A ver; muchas verduras de todos los tipos, nunca crudas, siempre saltadas en wok. Platos con carne de vaca, de cerdo, de pollo y pescados de todo tipo se sirven cocinados en una infinita cantidad de variedades y combinaciones en todas las comidas.
La comida picante y la bien picante sobre todo la comida de la provincia de Sichuan( 四川) reinan entre las favoritas pero siempre se atenúan sirviendo paralelamente platos agridulces como la calabaza u otras verduras y eso produce un efecto muy rico en la boca.

Luego están las cosas más ajenas a la cultura occidental, el perro, la tortuga, los insectos, las víboras, las ranas, los escuerzos, etc.
De estos he comido muchos ya. La tortuga se sirve a caparazón abierto, tiene una textura pastoza y es color negro azulado, una vez habiendo barrido la barrera psicológica, prueba ser una verdadera delicia. Los insectos son crocantes y algunos medios espesos. Hace poco me comí algo así como unas orugas y por momentos creía que tenía en la boca esa pasta que le explota a la cucaracha cuando uno la revienta con una zapatilla. Es un sabor...exótico.
Mi comida más reciente, luego de mucho pensar ( de hecho tuve que dejar de pensar) fue comerme un mejor amigo del hombre, no me pregunten qué raza era, me costó comerlo y no lo terminé, no era feo pero por cada masticada pensaba en todos los perros que tanto amo y eso me lo hacía difícil. Es puramente psicológico, acá estamos hablando de perros de criadero como se crían a las vacas, no son perros domésticos que la gente de los restaurantes agarra de la casa o de la calle para hervir a la cacerola. La única queja que tengo es que es un plato caro.
El plato que nunca me termina de gustar es el de la sangre coagulada de gallina que viene en una sopa con especias y son como bloquecitos babosos de gelatina color sangre. EY! no se horroricen con esta que en Argentina nos comemos la sangre coagulada de la vaca servida a la parrilla.

Por otro lado las frutas y verduras son un manjar a lo largo de todo el año ya que no pasan por ningún tipo de frigorífico. Vienen directo de las zonas de producción y están siempre frescas.

Pero el paraíso culinario no sólo pasa por los gustos y los sabores. Pasa también por la disponibilidad. Vivir en China es olvidarse de: "hoy qué invento para comer" y del tiempo que lleva hacer la comida, y el ensuciar y después tener que lavar y todas esas pesadillas hechas realidad.

Madre, tías y abuelas hay una sola, no? pero vivir en China es como tener a cada una de ellas esperando ansiosa por cocinarte en cada esquina y sin límite de horario porque en China, los chinos comen todo el bendito día y se puede entrar a cualquier cantina o restaurante sean las 4 de la tarde o las 10 de la mañana y pedir pollo saltado con ajo, maní, ajíes y salsa de soja con arroz.
Siempre un/a cocinero/a estará felíz y disponible para prepararte el plato a tu gusto, porque también, uno si quiere entra a la cocina y les dice haceme esto y lo otro con esto y con lo otro !!
Los chinos mismo suelen pedir platos personalizados.

En fin, en mi vida de los últimos 15 meses no existe la preocupación por el "qué voy a comer". Perdón, me corrijo, sí existe, es estresante, porque hay tanto para elegir, y es tan rico y tan barato que uno dice QUE VOY A COMER HOY!! Ya empiezo a pensar como chino, pienso todo el día en comer o en qué voy a comer, es decir, qué voy a elegir hoy, en qué lugar, comida de qué región, de qué tipo.
Entonces, la solución más eficaz que encontré a este "problema" constante es decir: "DAME TODO" .....Funciona ! :)

Comer acá, es emocionante, sentarte en el restaurante es como subirse a una montaña rusa, el corazón empieza a latir, no sabés cómo va a ser, qué te va a tocar, mientras estás bajando a toda velocidad y la adrenalina te llena las venas es como cuando estás comiendo y saboreando todo, y cuando el recorrido termina quedás pipón como escarabajo boca arriba y solo falta que alguien venga a hacerte cosquillitas en la panza para disfrutar más.

China es sin lugar ni espacio para mis dudas, EL paraíso culinario terrenal; es cómodamente mi segundo paraíso culinario de predilección siendo India el primero indiscutible, pero ahí ya estamos hablando de la trascendencia del paraíso, hablamos del NIRVANA mismo! :)

fotitos.

una cena de todos los días
Orugas?
Tortuga
Pata de cordero
frutas
almorzando

domingo, 16 de marzo de 2008

Donde la tierra se trabaja a mano.


En la China del boom económico, del furor consumista de sus ciudades, de los miles de billones invertidos en construcción e infraestructura de última generación, todavía perviven en igual grado costumbres ancestrales, en lugares donde la historia para haberse tomado un descanso del irrefrenable paso del crecimiento que tiene este país y donde las cosas tampoco son tan cómodas.

En las afueras de Yangshuo, provincia de Guanxi, un pueblito hermoso aunque infectado por el cáncer del turismo, situado en el epicentro de una geografía tan fabulosa como extraterrestre, con un clima excepcional casi todo el año, las costumbres se mantienen como hace siglos.
Muy cerquita, fuera del bullicio del pueblo donde cada individuo, tenga el negocio que tenga, pareciera estar dispuesto a estar a la caza constante para sacar tajada del turismo (ppalmente interno), la paz reina y en las pequeñas aldeas donde la economía es rural y de subsistencia, la gente siembra la tierra a mano bajo el sol en la manera más precaria, carga el agua en baldes con sus hombros, construye con técnicas básicas, cría patos y gallinas para alimentarse y se transporta en medios precarios.
Aún así, con enormes sonrisas y mucha alegría, decenas de hombres y mujeres se sientan al borde de las calles de tierra para jugar a las cartas y apostar mientras los chicos juegan correteando alrededor.

Es el otro lado de China, el lado rural, el lado pobre, el que el gobierno no invita a descubrir e intenta tapar encandilando con las luces de sus grandes ciudades donde también, todo parece estar siempre bien, o al menos eso se intenta que los demás crean. Basta salir una media hora fuera de cualquier ciudad para poder verla y poder descubrir que a China aún le queda mucho por delante.

Muchas veces me llamó la atención el generalizado error de concepto de mucha gente que me hace preguntas sobre China, entendiendo al país como uno del primer mundo. No amigos, no confundan crecimiento económico con desarrollo. China va viento en popa porque la plata sobra y eso está reflejado en el despilfarro de las ciudades pero en materia de distribución del ingreso y sobre todo, de derechos humanos, aún le queda un larguísimo camino por andar.

algunas fotos. de Yangshuo y sus alrededores.

Panorama aferas de Yangshuo
Panorama aferas de YangshuoPanorama aferas de Yangshuo
Panorama aferas de Yangshuo
Panorama aferas de Yangshuo
YangshuoColectivo.
Afueras de Yangshuo
Afueras de Yangshuo
Afueras de Yangshuo

Afueras de YangshuoAfueras de YangshuoAfueras de YangshuoDisfrutandoColectivo
DescansoNo me veas las cartasEn esta, te tengo.PipeandoTrabajo duroTimbeando.
BalseroSilencio

miércoles, 5 de marzo de 2008

China femenina

Hace un tiempo fui invitado a una boda china y fue una muy buena experiencia. Creo que una de las cosas que siempre me gusta/ría vivir en cada país que visito es precisamente una boda, quizás porque tan lejos me siento aún de ser EL personaje principal en una de ellas que por el momento prefiero apreciar y disfrutar cómo se casan otros y ver cómo en ellas se refleja el "amor" (o hasta quien sabe quizás, la hipocresía, la obligación, el deber social), en ese momento tan especial de unión en que dos personas deciden por voluntad propia firmar un contrato de permanencia "definitiva" junto al otro, y todo llevado a cabo en diferentes contextos y condiciones culturales.
Es por eso que a través de esta boda mi intención es contar una variedad de anécdotas sobre las chinas, la familia, el control de natalidad y demás cosas.

La boda a la cual fui invitado fue la de mi profesora particular de chino durante 7 meses desde que llegué acá, una persona a quien aprecio mucho. El lugar elegido para la celebración fue Zhu jia jiao (朱家角), un pintoresco pueblito de unos 400 años de historia, a una hora de bus de Shanghai. Sus casas tradicionales, sus canales, sus barcazas le aportan al lugar un discutible clima romántico. Odio la tan trillada descripción de tantos de estos pueblitos de Asia como "Venecias del este" ya que esta es única y no tiene comparación semejante, pero Zhu Jia Jiao, al igual que otros como Xi Tang o Qing Pu en los alrededores de Shanghai están formados por islas cuyas formas trazan los canales que derivan del delta que conduce hasta el océano pacífico. Las casitas se mantienen intactas y las barcazas se trasladan pacíficamente por sus canales como lo hacen desde hace siglos.

China es un país donde la Fe y la religión han sido tratadas de extirpar brutalmente de la sociedad durante los años del comunismo y si bien queda algo de religiosidad (a lo cual le dedicaré un post especial más adelante) no es algo por lo que uno pueda caracterizar a los chinos. Es así que las bodas generalmente constan de una presentación de la pareja caminando alrededor de los invitados, con música tradicional china tocada por una banda en vivo, una mujer presentándolos y oficializando la unión y sobre todo, una gran cena en la cual la pareja y las respectivas familias invierten mucho dinero y donde se comen delicias caras como la tortuga.
Juju y su esposo llegaron en la barcaza hasta la puerta del salón. Era un día helado y estaba todo nevado, eso favoreció a darle un clima de cuento de hadas al evento. Ella vestía un atuendo tradicional chino hermoso, al igual que los usados en la China dinástica, este vestido cubría completamente su cabeza lo cual dificultaba su caminar y tenía que ser guiada. Siglos atrás (y aún hoy altamente practicado en varias regiones) las bodas eran arregladas por las familias. La novia no revelaba su rostro ante el de su pareja hasta el momento cumbre del casamiento donde levantaba finalmente el manto que la cubría para revelar finalmente (el horror de?) su cara.

Hoy en día hay más libertades y en las grandes ciudades las tradiciones cambiaron mucho pero aún así, muchas familias siguen siendo altamente conservadoras. A nivel general, las familias esperan tener a sus hijos casados al poco tiempo de pasados sus veintes y la familia misma es quien empieza a coordinar citas para sus hijos con hijos de otras familias o conocidos. Esto hoy por hoy ya no es una obligación a seguir, como lo es todavía en India, pero es un incentivo constante de los padres para juntar a sus hijos y que formen una nueva familia. Así y todo, en muchos casos las familias, según su status social, económico o cultural ejercen mayor o menor presión sobre los hijos para que la unión ocurra.

En China todavía rige la ley de un sólo hijo por pareja aunque hoy es más flexible. Por ley nadie puede tener más de un sólo hijo pero si ambas partes de la pareja en cuestión son hijos únicos, entonces podrán tener dos. Y según amigos míos chinos, quien opte por tener un segundo hijo sin cumplir con la condición anterior, tendrá que pagar el equivalente a tres años enteros de sueldo para poder tenerlo.

El estar limitados a tener un sólo hijo es motivo de frustración. Los chinos son muy familieros y paradójicamente debido a esta ley el país se ha transformado en un país de hijos únicos y esto no es una cosa menor. Los padres invierten su vida entera en ese hijo y el mismo es (mal)criado con todas las comodidades y caprichos. Los hijos pasan el día entero en el colegio, arrancan a las 7.30 am y dependiendo el colegio pueden irse entre las 17 y las 22 hs (estas horas incluyen horario de estudio dentro del colegio, fuera de clase) luego llegan a la casa tienen una hora para jugar, comer y luego irse a dormir.

Debido a esta ley, y debido a que es raro encontrar una china madre soltera ya que la presión familiar sería terrible, el aborto es una práctica totalmente común. Un caso muy cercano a mí, el de una de mis mejores amigas cuyo novio la dejó embarazada. El día que se enteró, en el hospital le dieron a elegir qué quería hacer. Se tomó un par de días, decidió, coordinó con la doctora y en el término de una semana se le realizó el aborto en un hospital público, de manera absolutamente legal y en las mejores condiciones higiéncias y tecnológicas. Con un costo equivalente aproximado a unos 100 euros.

La sensación general que percibo de las chinas es que si no están casadas a los 23 años ya empiezan a preocuparse y si pasan los 26 ya entran en estado de desesperación. Me ha llamado muchísimo la atención a lo largo de los meses y através de tantos amigos míos que han salido con chinas lo extremadamente posesivas y celosas que son, al punto de hacer locuras para poder retener a alguien.
Por citar dos casos resumidamente.
caso1: Mi amigo Maxime de Francia recibe una llamada de su novia China (1½ año de relación) y le notifica que sus padres habían muerto. Tres semanas más tarde mi amigo se entera de casualidad los padres de su novia no habían muerto, pide explicación. Respuesta: "pensé que me ibas a dejar !!!!!!!!"
caso2: Mi amigo Pim de Francia viene con su novia shanghainesa a una fiesta en casa. mientras habla conmigo gira su cabeza desviando su atención por alguien que lo llamaba casualmente coincide que en ese momento pasa una amiga mia por la otra punta del living de casa. Minutos mas tarde lo veo a Pim discutir con su novia. Luego se retiran. La novia lo había acusado a Pim de haber mirado a otra chica (mi amiga) y no hubo manera de convencerla de lo contrario.

Estos dos casos que Uds. podrán pensar que locas hay en todos lados, son sólo dos de muchísimos que conozco y prácticamente todos mis amigos que salieron con chinas experimentaron problemas de este tipo y locuras semejantes. Y demás está decir que esto es una generalización y que no todas serán así pero tengo una larga lista de "cuentos de terror".
Yo, me mantengo al margen, las chinas son divinas como amigas pero nada más! jeje.

Están las chinas que nunca se juntan con extranjeros y las que sólo buscan extranjeros, sobre lo cual se hacen muchos chistes al respecto. Hay un leve resentimiento de varios jóvenes chinos a nuestra invasión en su país, no es algo que genere problemas de ninguna manera pero a veces se presenta el roce. No ocurre de manera inversa, el porcentaje de chinos que consiguen salir con una occidental es rotundamente insignificante comparado con el porcentaje de chinas con las que un occidental puede estar durante su pasada por el país. No quiero implicar que están regaladas ni nada de eso, de hecho no es así, pero sí que tenemos un atractivo muy grande para muchas chinas y ellas para muchos occidentales (no es mi caso). Esto empeora para los chinos cuando es sabido sobremanera que (y en general todos los asiáticos) tienen su miembro notablemente más pequeño que el de los occidentales. Es un hecho anatómico, no hago burla de ello.

Así es la vida en China. Bodas, celos, aborto y penes pequeños.

Aquí van las fotos, esta vez no tan buenas. El clima no ayudó y el fal
La bandaLa novia y el novio
La cena
Tortuga. Una delicia.

lunes, 3 de marzo de 2008

Sobre costumbres sonoras, higiénicas y demás


Hace un par de semanas, en un día común y corriente de trabajo estaba sentado almorzando en una de mis cantinas favoritas de la ciudad donde cocinan la mejor 馄饨 (hun tun). Es básicamente una sopa de "dumplings", que son como unos ravioles o agnolotis grandes rellenos y de los cuales hay una infinidad de gustos, siendo mis favoritos los de champinognes de Shaanxi, pero esto es anecdótico y excede los fines de este texto.
Me encontraba deleitándome con este manjar mientras en la mesa contigua se sentaban felízmente cuatro abuelitas terminando sus porciones. Como para la gente mayor un extranjero (老外 lao wai) todavía es una rareza, intercambié unas cordiales palabras con ellas desde mi mesa. Al poco rato, habiendo finalizado sus platos y en un acto de perfecta y secuencial coordinación, como si fuera un premeditado y ensayado cánon en Re menor, las cuatro sonrientes abuelitas lanzaron cuatro sonoros eructos en cadena. Con la pancita llena se levantaron, me saludaron y se retiraron.

Esta escena como tantas otras que vivo diariamente me lleva a escribir un poco sobre las costumbres de los chinos. Eructar a los cuatro vientos en cualquier lugar y delante de cualquier persona es una de las modalidades que pasan totalmente desapercibidas entre los chinos y llaman completamente la atención, despiertan la susceptibilidad y alimentan los prejucicios y los jucios de muchos occidentales.
Pero pocas costumbres chocan tanto como el sonido que acompaña al menos una vez por cuadra en las calles de China y es el del continuo, repetido y ruidoso raspar de las gargantas para extraer la más espesas de las flemas y sacarlas furiosamente de los pulmones. Aún hoy no me explico a qué se debe este, ya casi tic, de los chinos. Ocurre en las cuatro estaciones, cuando no están necesariamente resfriados, a cualquier hora del día y durante cualquier actividad y lo que a los occidentales nos resulta más llamativo, lo hacen hombres y mujeres sin distinción. En este acto, los chinos parecen intentar dar vuelta sus pulmones como si fueran una prenda de vestir para colgarlos al sol y secarlos.
También he hablado anteriormente sobre las pestilentes letrinas públicas en los vecindarios viejos, pero muchos chinos, y esto aplica casi exclusivamente a las clases sociales bajas, tiene la maldita costumbre de hacer pis sobre cualquier muro. Es decir que en cualquier predio de obra (que abundan por todo Shanghai), el muro perimetral se transforma en el perfecto meadero de millares de taxistas, obreros y otros.

La costumbre de masticar la comida con la boca abierta como si fuera un chicle y sorber los fideos arrastrándolos con los palitos desde el plato y haciendo el sonido que hace una pajita cuando el vaso está con poco líquido, son la música funcional en todos los restaurants.

Me es todavía muy difícil poder discernir si la costumbre de eructar, escupir o sorber con ruido depende de algún grado de estatus o clase social. Puedo decir que la he visto en todos los estratos sociales, sin distinción de sexo pero tampoco puedo decir que se limita a probre o ricos, a hombres o mujeres, a educados o no educados (en el término académico). También no es un dato menor que Shanghai y Beijing son las ciudades que más lidian con occidente y los jóvenes profesionales u hombres de negocios van de a poco asimilando y adoptando las costumbres protocolares occidentales para que todo quepa dentro de los mismos límites sociales. Pero saliendo de estas ciudades estas costumbres se disparan exponencialmente.

Ahora, a excepción de hacer pis en las paredes acto que no le encuentro justificativo cultural alguno ya que hay letrinas o baños públicos limpios por doquier en todo China, mi posición con respecto a las demás costumbres es la de neutralidad absoluta sin calificar a los chinos de ninguna manera por las mismas. Esto viene a que generalmente el occidental tiende a tildar de asquerosos, inmundos y sucios a los chinos por eructrar o escupir, juicio con el cual disiento rotundamente. Si de limpieza hablamos los chinos generalmente huelen mejor que muchos europeos exluyéndoles el perfume.
Cada cultura tiene sus costumbres e idiosincracias y acá es uno el que está invitado y está en uno decidir permanecer adaptándose a las costumbres o no. Esto no quiere decir que por estar acá yo me ponga a escupir o eructar, porque simplemente fui educado de manera distinta, pero esto no hace a mi educación (occidental) más válida o más "educada" valga la redundancia, que la de los chinos. Es un terreno altamente subjetivo y para mí lo más importante es verlo con la tolerancia digna de ser un invitado y mirarlo más como un anécdota sobre la cultura que como un signo que determina las cualidades de la gente de un país.

Hay muchas otras costumbres que me llaman la atención. La limpieza de orejas es una de ellas. También es altamente practicada en India. Aquí al igual que en dicho país, se practica en la calle o en las peluquerías, y el limpiador de orejas toma dos palillos largos y finos o a veces dos alambres que pueden o no estar oxidados y los intruduce, pareciera que hasta pinchar el cerebro mientras en un movimiento circular revuelve el interior del tímpano extranyendo.. sutílmente? la suciedad. Es un acto minucioso y detallista y muy divertido de apreciar.

Por otra parte también me sorprenden con admiración las actividades saludables que tienen los chinos. Durante todo el día pero especialmente al amanecer entre las 5 y las 7 am los parques se inundan de hombres y mujeres mayores que concurren a practicar diferentes actividades. El tai chi chuan (太极拳) es una de las mas famosas y más practicadas. Es más bien definida como un arte marcial pero para el interior. Consta de una serie sincronizada de posiciones que se adoptan con el cuerpo y que varían de acuerdo al estilo utilizado y también constituye un ejercicio meditativo y se practica entre otros motivos con los fines de la salud y la longevidad. Es muy bello contemplarlo y se puede percibir una gran paz y armonía emanada de quienes lo practican.
Igual de común es la gimnasia, y muchos parques están equipados con una serie de aparatos para que la gente la practique. Todos los días se pueden ver viejitos de 80 años sin vestimenta deportiva tocándose la frente con el dedo gordo del pie o elongándose mucho más que mis oxidados ligamentos de casi 30 años.

También están, la danza con abanicos practicada por las mujeres que es una actividad suave y coordinada tanto como la práctica de kung fú con espadas, varas y lanzas y el remontar barriletes practicados por los hombres.

Pero la más curiosa y graciosa de las actividades es el caminar para atrás. A veces llego a la oficina (la cual está dentro de un parque) y decenas de viejitos me hacen sentir en la dimensión desconocida cuando entro con mi bici al parque medio dormido y me encuentro con todos caminando en reversa. A veces pienso que es mi cabeza resultado de alguna fiesta la noche anterior, pero luego pasa el tiempo y no, es pura realidad, los chinos caminan para atrás. Será saludable? No lo sé, dentro de poco empiezo a probar y les cuento.

Por último (por ahora) otra curiosidad. Así como los occidentales acostumbramos a sacar al pasear al perro durante la tarde, los chinos, amantes de las aves, sacan a "pasear" sus pajaritos y los llevan al parque. No entiendo bien esto aún y nadie me ha podido dar una razón pero pasado el mediodía los chinos traen a sus pajaritos en su respectiva jaulita y la cuelgan de los árboles. Si bien soy un acérrimo enemigo de la posesión de pájaros en jaula, debo decir que esta congregación artificial de pajaritos es un espectáculo sonoro hermoso, ya que seguramente es el hecho de que al estar todos juntos se conectan entre ellos mediante el canto y el resultado es verdaderamente hermoso.

Así termina este recorrido por las costumbres y actividades chinas, y doy gracias a los pajaritos en el parque, que gracias a su canto bloquean temporalmente el bullicio de un sinfín de escupitajos fuera del mismo.

aquí, algunas fotos.

Limpieza de orejas.
Querés una limpieza de orejas?
Barrileteando en el Bund
La señora elástica
El señor elástico
Entrenando
Ubicando a su pajarito en el parque.
Sacando a pasear a los pajaritos al parque
Concentrados en los pajaritos.