jueves, 8 de julio de 2010

Los vestigios de la tragedia

Fragmento de la ruta original

En mayo pasado y casi coincidiendo con el segundo aniversario de la catástrofe, me tocó recorrer la totalidad de la región que fue hecha trizas por el devastador terremoto del 12 de mayo de 2008 que midió 8 puntos en la escalar Richter y dejó un saldo de aprox 69.000 muertos 18.000 desaparecidos y 375.000 heridos y se estima que hasta unas 11 millones de las 15 que habitan la región quedaron sin hogar, cifras por demás escalofriantes. 

   El no haber vivido ese momento en persona aleja infinitamente de poder entender qué se siente atravesar una catástrofe, pero visitar la zona en cuestión, incluso dos años después me dió al menos una idea de la magnitud de la misma. Y la verdad es que hay que recorrer ese lugar para darse cuenta.  

   

Pueblos arrastrados por el río

    Desde su mismísima situación geográfica la región invita a la peor de las tragedias en caso de terremotos, aludes, avalanchas. Los el camino serpenteante de 100km que une la ciudad de Dujiangyan 都江堰 con la ciudad de wenchuan 纹川bordea un río que por momentos es furioso, que forma un valle estrecho rodeado por montañas que a medida que uno avanza hacia el norte se vuelven más y más altas y verticales. Por momentos el valle se abre en grandes reservorios de agua pero a largo de la mayor parte, la sensación es la de transitar por la base de una zanja angosta encerrada por paredes monumentales, y es a lo largo de este camino, el único, donde se encontraban los pueblitos. La mayoría de ellos quedó sepultado completamente, la única ruta que existía quedó totalmente destruida y hoy, transitando por el camino nuevo se pueden ver algunos de los fragmentos en ruina que quedaron de la ruta original. Las imágenes erizan la piel. Puentes partidos al medio con trozos clavados en el río, túneles sepultados y lo peor de todo, los escombros de pueblos enteros alguna vez habitados, hoy devenidos en pueblos fantasmas y en ruinas. Los 100km son un museo natural de las tragedias que nos trae la naturaleza.
 Este paisaje que por cierto es impactante y hermoso, se volvió un arma letal a la hora del terremoto, las paredes de las montañas se comenzaron a desmoronar de a trozos gigantescos, miles y miles de toneladas de piedras cayendo directamente sobre los pueblos inmediatamente al pie de las mismas. Hoy mismo se pueden los cráteres gigantes calados en las mismas.

A la derecha, montaña desmoronada

En el centro, detrás de la ruta/puente reconstruida, montaña partida.

Pueblo reconstruido y montaña calada cuyo desmoronamiento sepultó al pueblo. 

   El trabajo de reconstrucción no es ni más ni menos que admirable, se han reconstruido pueblos y pequeñas ciudades desde cero , muchos han sido terminados, otros continuan en incesante avance. La velocidad de la construcción es apabullante y teniendo en cuenta la dificultad de la situación geográfica esto tiene un mérito extra muy valioso.  Tal ha sido el avance que en muchos fragmentos del trayecto es hasta difícil de creer que ahí ocurrió una tragedia semejante.
    La pequeña ciudad de Yingxiu 映秀 fue el exacto epicentro del terremoto y como tal fue hecha trizas literalmente y la recontrucción que está siendo llevada acabo es total. Una vez finalizada la misma incluirá varios museos y monumentos para la memoria. Hoy todo es grúas y decenas de edificios cubiertos por andamios.  La tarea de ingeniería vial no es menor, la principal ruta que conecta la región ha sido reconstruida en su totalidad y paralelamente se están completando túneles de hasta 4km de largo y varios puentes.

Reconstrucción

Reconstrucción

Reconstrucción de pueblos enteros

  La región es esencialmente un caos ya que el incesante tráfico de camiones, principalmente hormigoneros hace la experiencia (para uno que viaja en bicicleta) bastante estresante. Ruido, polvo, arena, piedras, todo flota en el aire, cortes, desvíos, túneles sin luz, subidas, bajadas.  Y gente. 
  Y la gente, mucha aún vive en pequeños asentamientos para refugiados que fueron levantados luego del tragedia y se encuentran dispersos a lo largo del camino. Allí esperan pacientemente el final de las nuevas construcciones para ser trasladados y poder comenzar a reconstruir sus vidas. Naturalmente la gente lleva en sus miradas un fuerte dejo de tristeza y es de entender, teniendo en cuenta que prácticamente cada sobreviviente, no sólo sobrevivió a la experiencia traumática sino que debe sobrevivir día a día a la pérdida de uno, muchos o incluso todos sus seres queridos en la catástrofe, y de por sí la totalidad de sus posesiones. 

Refugiados

Campo de refugiados.


Campo de refugiados

    Una vez más destaco que el esfuerzo de reconstrucción es impresionante y muy valorable por parte del gobierno y las partes involucradas ( wow, leánme diciendo algo bueno de los políticos, ni yo me lo creo) . Al menos, dentro de la gravedad de la situación, al menos hay un respaldo para esta gente y es notable. Estas imágenes son positivas en comparación a las zonas arrasadas por el Tsunami de 2004 que recorrí en Sri Lanka en 2006 dónde aún, luego de dos años todo se encontraba en ruina y nadie parecía preocuparse por cambiar la situación.

Esperando

A la izquierda, camino nuevo, a la derecha, camino original sepultado

Pueblo inundado y desaparecido 
    

Reconstrucción

Reconstrucción

Recuerdos de la tragedia. Alguna de las tantas rocas que sepultaron pueblos enteros

Mallas contenedoras de derrumbes

Problemas de infraestructura que aún no se sortean

 
  


2 comentarios:

Patricia dijo...

hola. Me impresiono tu blog, realmente tenes unas fotos increibles y una sensibilidad para captar momentos muy especial.
La experiencia que estas viviendo debe ser muy fuerte y la verdad te admiro y te felicito.
Un abrazo de otra persona que ama viajar y descubrir la diversidad de este glorioso planeta.
Carpe Diem!
Patricia

Unknown dijo...

Hola Nico,
It is very impressive pictures.
I enjoyed to see your pictures.
I feel to be there and I want to go by myself.
It is very nice to know real world.
Thanks!