miércoles, 15 de diciembre de 2010

Arquitectura egoísta y malparida

Al fondo. Torre de la CCTV. Diciembre 2010

Es bien sabido que los arquitectos solemos tener ambiciones egoístas, es decir, nos gusta imponer lo que a nosotros nos gusta y no muchos suelen considerar lo que los usuarios finales de nuestras obras, los no arquitectos quieren. No voy a entrar en una discusión eterna y subjectiva que existe en nuestra profesión quizás desde su existencia y que se hizo más fuerte que nunca desde el modernismo de los años 20'. El punto de este post es esta tendencia de los arquitectos, obviamente los más famosos y talentosos más que ningún otro, de no sólo usar la arquitectura para innovar y proveer mejor calidad de vida construida para nuestro mundo sino de alguna manera pasar a la historia a través de sus obras y perpetuarse en el panteón de la historia de la arquitectura, ignorando los deseos y las verdaderas necesidades de la gente común. Este es un "problema" del cual no pocos famosos están exentos.
Cuando estos arquitectos se fusionan con la ambición de un país, más precisamente un gobierno como el Chino, que se desespera por asombrar al resto del planeta con su apabullante crecimiento a través de hitos arquitectónicos, se juntan el hambre con las ganas de comer y el cocktail puede resultar explosivo, a veces para bien, otras para mal.
En este caso voy a contar el caso trágico de la torre de la nueva sede central de la CCTV, el canal nacional del gobierno chino, que incluye más de 14 canales oficiales, todos reproduciendo la propaganda política que el gobierno impone, pero ese es otro tema. Dicha entidad es símbolo y representante del país y su partido comunista gobernante y como tal, su nueva sede en Beijing debe impresionar al mundo. Para ello llamaron a concurso y uno de los más innovadores y trascendentes estudios del planeta, OMA de Holanda ganó con una propuesta realmente impactante. El planteo de base fue que había que experimentar con modos nuevos de revolucionar el diseño en la arquitectura de rascacielos, ya que la misma según ellos se ha transformado en monótona y repetitiva, y siempre siendo la máxima altura la mayor aspiración de los mismos.
La propuesta de OMA consta de dos edificios, el primero la sede la CCTV y a su lado un edificio que incluye un centro cultural de televisión y el lujoso hotel Mandarin. El primero siendo el hito arquitectónico fue oficialmente inspirado en los "caracteres chinos" (es lo que usualmente nos gusta decir a los arquitectos para justificar los desajustes de nuestra mente y disfrazarlos de magníficas ideas). Un rascacielos de forma revolucionaria, totalmente atípica y un desafío estructural inimaginable. 8 años de construcción, un presupuesto inicial aleboso, 850 millones de euros, 234mts de altura y 54 pisos. Parte del edificio flota en el vacío de manera increíble.
Su edificio acompañante es como un hermano bobo a su lado, un edificio más típico pero con una forma también bastante atípica. Ambos, en conjunto forma un predio de una manzana completa, en dimensiones de Beijing por supuesto, colosales.

Torre de la CCTV Septiembre 2009

He tenido la suerte de ver el avance de esta obra durante sus dos últimos años de construcción y aún hoy yendo repetidas veces a Beijing por trabajo la sigo viendo. Es un edificio realmente impactante e igualmente lo fue su proceso de construcción donde se podía ver a los obreros colgando en el vacio a 230 metros de altura mientras se iban montando las gigantescas piezas del complejísimo entramado estructural. Algo así como un verdadero rompecabezas en 3D donde cada pieza tenía su lugar correcto o sino jamás sería completado. Un edificio desafiante de la gravedad, un maravilla desde el punto de vista de la ingeniería y para muchos desde lo arquitectónico.
Algunas etapas de su construcción

Pero llegó el final del año nuevo chino en febrero de 2009 y casi coincidiendo con la tan esperada inaguración de ambos edificios (aún estando vacíos pero casi completamente terminados)cuando a raíz de un fabuloso festejo de fuegos artificiales (ilegal según el gobierno) con la intención de celebrar ambos episodios, una cañita voladora se les desvía y prende fuego el segundo edificio, el cual, al cabo de unos minutos deviene en un infierno en la tierra y se desvanece en un desgarrador incendio.
Infierno en la torre. Esta no es mía ya que no estaba allí.

Luego de horas los bomberos combaten el fuego durante la noche entera y el hotel de lujo Mandarin, hermano del de la CCTV quedó casi completamente pulverizado por el fuego. Cientos de millones de dólares hechos humo en un puñado de horas.....literalmente hablando. Así, es como aún hoy, Diciembre de 2010, casi dos años más tarde del incendio, luce la torre
Septiembre 2009
Septiembre 2009

Lo que sigue después de la tragedia es quizás aún más trágico y es cuando pone en mayor evidencia las falencias de emprendimientos así. En principio, los reportes dicen que la manera ultra veloz y espeluznante a la que se consumió el edificio fue debido a la onerosa cubierta de zinc y aluminio que envuelve el edificio, la cual le da ese look tan fabuloso que los arquitectos buscaban (luce de primera, pero ojo con el fuego, no?) . Luego del incendio comenzó la investigación para determinar qué sería entonces del futuro del edificio. Se reconstruiría? se demolería? se repararía? Comenzaron a hacerse decenas de peritajes sobre la estructura y hoy en día todos parecen concordar con que la estructura no sufrió daño permanente, con lo cual podría repararse el resto, pero fijénse aquí viene el problema, los mismos que dicen aquello son los mismos que no quieren poner la firma para asumir la responsabilidad. Complicado, no? Lo más lógico entonces sería pensar en demoler y arrancar de cero, pero se determinó que no se puede porque la estructura del edificio está cosida con la del gigante de al lado y mutuamente se aseguran la estabilidad. Más complicado, no? Entonces, no se puede reparar porque nadie se quiere hacer cargo, no se puede demoler porque de hacerlo se cae el de al lado. Así es que al día de hoy, luego de casi dos años, el horizonte urbano de la zona más moderna y cara de Beijing, dónde 1m2 puede llegar a costar 10 o 20.000 dólares, incluye un esqueleto fiero destrozado por el fuego y para el cual aún no tienen un destino definido.

Pero la flamante torre de la CCTV sigue ahí, luciéndose espectacularmente en el horizonte de Beijing, un verdadero hito, un hito que hasta el día de hoy, está ocupado al mínimo. Pero cómo? dirán, si a ese no le pasó nada. Es cierto no le pasó nada, pero en ese edificio nadie parece querer trabajar. Por empezar la CCTV, la cual ocuparía la mayor parte del edificio trasladando su sede central allí, jamás lo hizo, a cambio trasladaron algunas oficinas las cuales ocupan quizás una infinitésima parte de este edificio que en su totalidad tiene 473.000m2
Los demás solitarios ocupantes son principalmente empresas extranjeras, los chinos realmente no quieren trabajar allí. Yo no soy una persona impresionable, pero hace poco me paraba delante del edificio, lo miraba y pensaba, no cualquiera podría trabajaría sentado en una oficina ubicada en ese gigantesco voladizo flotando sobre el vacío a más de 200mts de altura. Se podrá trabajar cómodo, sabiendo que el piso de nuestra oficina no tiene apoyo firme sino que está flotando en el vacío? . Los arquitectos probablemente no pensaron en aquellos factores subjetivos que afectan a la gente. Quizás en su afán de lograr algo único, escultórico, algo que cambie el destino de nuestras ciudades abarrotadas de torres tan "monótonas, aburridas y poco imaginativas" que ocupan nuestro espacio urbano desde hace un par de siglos, lograron un edificio que la verdad, luce fantástico, una pieza escultórica, provocativa, pero en la que aparentemente casi nadie en China quiere habitar, por el contrario, las torres monótonas (y las hay bien feas) de los alrededores están habitadas al 100% y no se consigue ni un lugar disponible en el cual montar una oficina.
La nota de color para cerrar con esto vuelve a la inspiración de los arquitectos en los caracteres chinos. Se ve que no les salió muy bien la bajada a la realidad, ya que al pasear con mis colegas (chinos) en los alrededores de la torre se reían del apodo que la gente común le puso a esta gran interpretación holandesa de los caracteres chinos; los chinos le llaman: la VAGINA!* (en determinados ángulos los chinos ven a este edificio como a una mujer en cuatro patas con un gran agujero en el medio). Fabuloso!

*no uso la palabra vagina como una formalidad sino que es la traducción literal de la palabra en chino.

No hay comentarios: