lunes, 6 de agosto de 2012

Justicia callejera


En China hay mucha gente, lo sabemos. Y cuando hay mucha gente la cantidad de problemas se multiplica de acuerdo a la cantidad de gente, y si los problemas se multiplican en relación a la cantidad de gente, entonces no hay sistema judicial que dé abasto, y ese es uno de los motivos por los cuales, una enorme cantidad de disputas, sobre todo problemas en la calle, entre las personas, son solucionados en el acto, porque de otro modo, no tienen solución. La justicia simplemente no tiene tiempo para atender todos los problemas que surgen entre la gente en China.

En la mayoría de los casos, la policía sirve de árbitro, perito, mediadora y juez de los conflictos callejeros, y a veces, la gente misma es capaz de llegar a acuerdos entre sí a la hora de resolver problemas.
 Un día, volviendo en bicicleta a Chengdu, un amigo que venía conmigo fue cerrado bruscamente por una camioneta 4x4 que venía circulando por un lugar no apto para vehículos y provocó que mordiera el cordón, cayera y se lastimara bastante. La conductora frenó, mi amigo se levantó y todos nos pusimos a discutir en la calle, la mujer ofuscada defendiendo lo indefendible y todo mi grupo de amigos protestando por lo que había hecho.
Finalmente llegó la ley, un policía en moto, que procedió a ponerse en el centro del conflicto dispuesto a escuchar a las partes, mientras las mismas se gritaban histéricamente de un lado para el otro. Una vez que el policía escuchó las versiones, pasó a escuchar a los testigos y procedió a hacer un análisis in-situ de la situación, evaluó la zona del problema, tomó fotos digitales de todo, hizo las anotaciones pertinentes y comenzó a mediar. Luego de una hora aproximadamente de idas y venidas, finalmente dictaminó que la mujer debía llevar a mi amigo al hospital para asegurarse que su salud no haya sido seriamente afectada y hacerse cargo de todos los gastos. Ambos aceptaron y el problema se resolvió.

En los conflictos de tráfico suceden cosas similares. Si dos conductores se chocan y se abollan el auto, la policía procede del mismo modo, hace un peritaje, habla con testigos, toma fotos y anota. En muchos casos representantes de las compañías de seguros se trasladan al lugar de los hechos por pedido de los involucrados y ahí mismo se discute el costo de los daños y se reparten las responsabilidades para luego llegar a un acuerdo de cuánto tendrá que pagar cada parte, montos que de ser razonables se pagan en el acto.

Quizás el caso más insólito que me tocó vivir fue el de un viaje en colectivo en el que en determinado momento, entre parada y parada, es decir colectivo a puertas cerradas en tránsito, una persona notó que le faltaba su billetera. Inmediatamente entró a los gritos denunciándolo y le obligó al conductor, gritando desde el fondo, que detuviera el vehículo y no abriera las puertas. Era pleno día y el colectivo estaba lleno de gente pero el conductor, quejándose, accedió y detuvo el vehículo y se quedó esperando mientras detrás la mujer se puso a tratar de encontrar al culpable entre los demás pasajeros. Lo más curioso es que nadie se alteró, sino que pacientemente esperaba, como si fueran cosas de todos los días, algunos miraban con curiosidad, otros se reían, a pesar de que era verano y al apagar el vehículo se había cortado el aire acondicionado. Al rato, llega la ley, el conductor abre la puerta y permite bajar a la acusadora. De a poco, uno por uno fuimos bajando del vehículo y cada cartera y bolso era revisado antes de salir. Finalmente, a nadie se le encontró nada. Todos subimos tranquilamente de vuelta y seguimos viaje.

Pero para mí, si algo cabe destacar de estas y tantas otras situaciones que he visto durante mi vida aquí, es la falta de agresión, tanto verbal como física. Los chinos son chillones, gritones, pueden discutir hasta el hartazgo sin el menor pudor, gritando a los cuatro vientos en el medio de la calle y obviamente llamando la atención de todo el mundo alrededor, pero aún así, en muy escasas situaciones se llega al insulto y en general, son insultos livianos, algunos hasta causarían risa en occidente, y en muchas situaciones similares, en muchos otros países se podría llegar hasta muy serias agresiones físicas e incluso matarse entre sí mismos. Sin embargo, en China, mi percepción es que el grado de tolerancia antes de llegar al agravio por problemas entre las personas es muchísimo más alto que en otras sociedades y eso es algo que valoro mucho de ellos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Una vez cenando con clientes en un restaurante super cheto en la costanera de Guangzhou, en la mesa contigua a la nuestra, estaban 4 hombres y una mujer. Los hombres estaban bastante alegres y haciendo bastante "ruido". De pronto la mujer de uno de ellos se levanta como para irse, bastante enojada, y el marido, muy borracho la agarra del brazo y le surte una bofetada que fue más piña que otra cosa. Nos quedamos fritos con mis clientes y creo que todo el restaurante lo vio y escuchó el ruido de la trompada que le dio a la mujer. Tremendo. Obvio, los sacaron del restaurante. Pero esto sucedió justo cuando yo les hablaba a mis clientes de esa especie de control de la agresión de los chinos. Otra vez me iba a jugar al tenis con un amigo cerca de donde vivo, y de pronto saltan 3 personas, dos mozos y supongo que el jefe de cocina, de un restaurante. En la vereda los mozos, a los que luego se sumaron 3 más, empezaron a repartir golpes al que era el jefe, lo golpearon tremendamente y mientras que lo amenazaban con las botellas rotas.Aún con el tránsito interrumpido, porque la cosa se extendió a la calle, la policía apenas miraba. Seguramente resolvieron sus diferencias. Mi amigo chino me pregunta: no pasa esto en tu país? Jajaja... Me reí solamente. Nada que decirle. Me guardé mis conclusiones. Si, ya sé, excepciones... pero a veces se suelta la cadena! jajaja
V.

Nico dijo...

jajaja de vuelta con lo mismo, Vi?

También hay:
-violadores en Noruega
-accidentes de tránsito en Suiza
-monjes tibetanos que se van de putas
-chinas que no quieren casarse
-gente honesta y decente en Wall Street
- y hasta un ave en Nueva Zelanda que se llama kiwi y no vuela porque no tiene alas! qué tupeé!
-no me quiero olvidar de la mejor: gente que demuestra afecto en la calle en China jajajaj.

En fin, se entiende no? Se habla del espíritu general, de las características más comunes, más presentes en la psique de una sociedad. No se habla de verdades universales. Inadaptados que hacen a la excepción hay en todo el mundo, en todo lugar.

Beso, y ojo que no te fajen en un almuerzo jajajaja ;)

Anónimo dijo...

Bueeeeno... se entiende! Es que me acordé de esos dos casos! Como también un choque tremendo y al toque los dos conductores hablando como amigos, el que le chocó al otro invitándole cigarros y todo bien...